Teatro Español y Naves del Español
Living Arts International Gathering Africa Moment'21 celebrates this year its 5th edition in the cities of Madrid and Barcelona, an unprecedented edition with a double itinerary, which presents proposals of great innovation and artistic quality by leading figures on the...
Entradas 22€. Martes y miércoles 25% dto.
De martes a sábado 20h. Domingos 18h.
La acción de la obra se sitúa en Esperanza, un juzgado a medio camino entre el cielo y el infierno, donde una abogada pretende reabrir el caso “del mayor pecador de la historia”, Judas iscariote.
A lo largo de este proceso van apareciendo entre otros: la Madre Teresa de Calcuta, Satán, pasando por Jesús, Freud, Poncio Pilatos, María Magdalena...
La culpa, la misericordia, la libertad, la esperanza, el amor, la lucha entre el bien y el mal, se dan cita en este texto, mezclándose de una forma ingeniosa y sorprendente la comedia, la tragedia, el drama, la farsa y lo tragicómico.
Cuando era niño, la historia de Judas, fue causa de aflicción. No tenía sentido para mí, me asustaba, y parecía ir en contra de la noción de un Dios todo amor y todo misericordia, que las monjas de mi colegio me enseñaban con toda su bondad y cariño. No me acuerdo si levanté la mano y les pregunté acerca de ello o si en algún momento se lo pregunté a mi madre. De lo que sí me acuerdo es de que dejé de creer en la historia y ese no creer -o no querer creérmela- me hizo sentir muchas cosas que no me sentaron bien. Por aquel entonces tenía nueve años.
No me interesa saber mucho porqué es. Es posible que sea cierto que la mejor manera de progresar es volver atrás, y así, al escribir esta obra, volví atrás. No sé. Pero lo que sí sé, es que estoy necesitado continuamente de espiritualidad y que normalmente me las ingenio para evitarlo. Creo que no estoy solo en eso. Y creo que para nosotros una conexión con lo espiritual es esencial, para nosotros como individuos y para el mundo en general.
Esto no tiene nada que ver, ni con afiliarse a un equipo, ni a una iglesia, ni de escoger bandos, ni de aprenderse un rezo. No tiene que ver con los conceptos humanos del bien y el mal. No tiene que ver con hacer “demasiado” o hacer “demasiado poco”. No tiene que ver ni con la culpa ni con la vergüenza. Esto tiene que ver contigo. Con el nosotros colectivo. Citando a Thomas Merton: “Ser un santo significa ser yo mismo” ¿Y si eso fuera verdad? ¿Qué es aquello que necesitamos superar, para ser realmente “nosotros mismos”? No pretendo decir con esto que la obra responda a esas preguntas, pero si provoca esa misma pregunta en ustedes, por favor, dejen que ocurra y reflexionen.
Stephen Adly Guirgis
Autor
Diseño de iluminación y escenografía Javier Ruiz de AlegríaDiseño de vestuario y utilería Carlos AparicioAyudante de dirección Teresa Rivera